Con el paso de los años, sigo considerándome buena persona, podría ser mejor, muchísimo mejor, pero bueno, duermo por las noches muy tranquila y me basta, soy una maniática con mis cosas y el baño, me gusta mucho estar sola, la gente me agobia y me ponen nerviosa las multitudes, pido a la gente lo mismo que yo les doy y eso me lleva a quebraderos de cabeza por que espero mucho de la gente y me enfado por que no lo obtengo. Entonces no digo nada y por dentro exploto y grito e intento poner buena cara, en lo que fallo una y otra vez en mi tentativa. Pongo caras, no puedo evitarlo, yo no controlo mis expresiones, ellas me controlan a mi, pongo cara de asco, de exasperación y de "voy a matarte" y soy incapaz de contenerme, en el trabajo lo soluciono todo poniendo cara de tonta y sonriendo mientras mis mejillas pugnan por poner el mohín de "por que no te vas a tomar viento, por favor".
Soy una rara, y me gusta, ser normal esta sobre valorado y ciertamente nadie es normal, por que nadie sabe lo que eso significa.
Nos etiquetan por la ropa que llevamos, por los libros que leemos y la música que escuchamos, por las películas que vemos, por lo que bebemos y hasta lo que comemos, no nos basta con marcar a las reses, poner logotipos a las marcas, no, necesitamos la etiqueta de marras:
-Hola soy fulanita y soy (gótica/rapera/skater/otaku... por poner algún ejemplo).
No nos basta con el nombre que nos ponen nuestros padres sino que necesitamos sobrenombres que nos ponen nuestros amigos y no tan amigos, compañeros de trabajo o incluso nosotros mismos, el día que una palabra me defina, por favor dadme un tiro.
Bueno aunque no lo parezca estoy de vacaciones y de buen humor. Cosas que le pasan a una por la cabeza cuando tiene tiempo libre.